Hace unos días leía en una revista algo que me recordó al momento que estaba viviendo en casa después de caerle a mi hija una muela y de replantearme en que momento uno le debe contar a un niño la otra verdad de estas bonitas historias…Decía así: «Mamá, esta historía pasó de verdad?». No es fácil encontrar una respuesta valida a la pregunta más repetida. Yo no tengo ni idea de lo que pasó de verdad. Ni qué cosa es la verdad. Estoy convencida de que la ficción miente menos que la vida. Además, es más lógica, más ordenada. Repondo con una versión abreviada de mis cavilaciones: «solo a medias cielo».(Care Santos)

Yo a ella la veía con ilusión y no hay nada  para mi más precioso que esa ilusión, por lo que preferí olvidarme de mis pensamientos y seguir creyendo junto a ella en uno de los personajes más entrañables de nuestra infancia «El ratoncito Pérez»…

Cuando Sofí iba a P5 y todavía no se le había caido ningún diente, su profesora, Maria Teresa, invitó un día a la escritora Antonia Rodenas amiga suya y autora del libro «Cartas a Ratón Perez» para que les leyera su libro, al terminar Maria Teresa entregó un libro a cada niño con dos dedicatorias una de la escritora y otra de ella misma y tengo que decir que «Cartas a Ratón Perez» ha sido uno de los cuentos que a Sofi más le ha gustado escuchar y a mi más me ha gustado leer…y pienso que gracias a él nuestra relación con el Ratoncito Pérez ha sido de lo más especial.

Y Sofía entendió su magia y aún siendo ya su primera muela ella le sigue escribiendo con cariño…esta vez la cosa estaba más complicada por que su muela…estaba PICADA…