Bueno, bueno, a ver si llega el tren…
Sí, y aquella mañana, llegó el tren que nos llevaría hasta Veszprén, el pueblo de Hungría donde Sofi y su equipo del Club Balonmano Elche, están participando en CELL 2015, un campeonato internacional de balonmano.
Han sido meses de ilusión y también de esfuerzo por llenar la hucha, hasta que llegó el gran día y la verdad es que tengo la sensación de que ha merecido realmente la pena.
Sazed y yo, aprovechamos la ocasión para realizar el viaje que solemos hacer todos los años por estas fechas y ha sido un honor el hacer de reportera deportiva para los padres que no han venido… yo, que solo entiendo de colores y dibujos ^_☆
Han estado jugando con niñas de Polonia, Hungría, Alemania… y conociendo jugadores de muchos lugares, incluido, por lo que me han contado, alguno de la selección española.
También, hemos tenido una preciosa ocasión de conocer esta enorme y fantástica ciudad que es Budapest. Como llovía, nos compramos un paraguas y ya está… Un verdadero placer caminar por la ciudad del Danubio Azul, unas veces sin rumbo y otras con él, dibujando con una línea las calles que recorríamos en el mapa…
En Buda, cruzando el puente de Elisabeth, nos encontramos con los Baños Rudas que están considerados unos de los baños turcos más bonitos del mundo. Fueron construidos a mediados del siglo XVI durante la ocupación otomana y su aspecto es muy similar a los que se pueden encontrar en Estambul.
Mientras que Sazed hacía la foto, me pidió posar como la venus… Un chico que nos vio, intentando captar el momento, me dijo que si quería que nos hiciese una foto a los dos juntos, y entonces me fue más fácil posar como ella… me faltaba el angelito.
En el barrio judío nos encontramos con la Sinagoga, que cuentan es la segunda más grande del mundo, después de la Jerusalén. Nos sentamos en un café, justo en frente e intente dibujarla… me cabría en mi pequeño block una sinagoga tan grande?
A Sofi la volvimos a ver en el Mercado Central, que es el más grande de los cinco mercados que se abrieron en la ciudad a finales del siglo XIX. En 1991, el Mercado Central se declaró en ruinas y fue cerrado al público. Tres años más tarde el edificio fue restaurado y hoy es uno de los edificios más significativos de Budapest.
Mientras recorríamos su interior pensé todo el rato en nuestro mercado, deseando que muy pronto vuelva a funcionar y esté repleto de gente como este. Me maravilló la cantidad de cosas que se podían encontrar allí.
En una calle, nos encontramos con una tienda de música donde Sazed disfrutó como un niño.
Después al salir, también con los colores que alegran las ciudades en cualquier lugar…
Y en un restaurantito, mientras seguía lloviendo, pude saborear su famoso gulash…
Me encanta viajar!!
Dolça
