Todos los martes y jueves, tenemos talleres de pintura frente al mar.
Las plantas del jardincito donde pintamos están preciosas y yo también tengo un lienzo preparado esperando el momento de poder llenarlo de todos sus colores.
Es precisamente en verano cuando me doy cuenta que me gusta trabajar sin techo, pintar peces, coger un trocito de mar e invitarles a nadar…
Me encanta cuando me preguntan al terminar un trabajo: – «¿Nos lo podemos llevar a casa?»
Entonces tengo la sensación, en lo que dura decir un «sí», de haber conseguido un micromomento feliz…
Bienvenidos!!!
Esta tarde pintaremos la playa ^_*
Dolça