
A Mara Vrabie la conocí gracias a una paloma. Su apellido «Vrabie» significa gorrión y como todas las aves que vuelan felices por el cielo, estábamos destinadas a conocernos. Lo que más me gusta de mi trabajo es haber hecho amigos como ella gracias a un dibujo. Tan sencillito como bonito… La compró a través de una página desde Bucharest, la ciudad donde vive, y desde entonces he visto crecer (también nacer) a sus hijas con los vestidos, camisetas, zapatillas, mochilitas… del Dolça World . A veces me llegaban noticias de ellas en la playa, otras en el campo, en el parque, esperando al tren, en la ciudad, tiradas en el suelo dibujando o tumbadas en el sofá. Cuando se les ha ido quedando pequeño, lo han ido heredando unas a otras incluso tres veces. De hermana a hermana, de hermana a prima y de prima a amiga… Incluso Daria ha comenzado a jugar al balonmano.



Cuando su mamá le compró el vestido de nuestra elefanta, todavía le quedaba grande…






Con todo mi cariño…
Dolça